miércoles, 25 de mayo de 2011

Elecciones municipales en el Reino Unido

Un amigo mío me pido que escriba un poco más sobre el sistema electoral británica. Bién, describé en mi contribución previa, que los municipios se dividen en distritos electorales, y que cada distrito envia su propio consejero a la casa consistorial. Es un poco más complejo - ¡por supuesto!
Por ejemplo, aquí en Frigiliana hay un ayuntamiento de once consejeros, elegidos para un plazo de cuatro años. Si Frigiliana estuviera en Inglaterra, enviaría treinta y tres para tres años. Sin embargo, esto no quiere decir que las elecciones británicas tengan lugar cada tres años, sino cada año. Y cada año un tercio de los consejeros se someten a las urnas. O son reelegidos, o son remplazados por los electores.
En mi opinión, este sistema ofrece tres beneficios importantes. En primer lugar, asegura que cada año los votantes tienen la oportunidad de opinar sobre la ejecución del ayuntamiento; no se atreven los consejeros pasar por alto los ciudadanos despues de las elecciones, como cuando sólo hay elecciones cada cuatro años. Además, la transición del mando de un partido a otro se realiza más paulatinamente, sin alguna ruptura repentina de política. Y, por último, los novatos no ocupan nunca más de un tercio de las butacas.

Hay más que puedo escribir sobre cómo funcionan los ayuntamientos, pero - ¡basta para hoy!

martes, 17 de mayo de 2011

¡Por fin!

En primer lugar, tengo que disculparme a todos que han visitado este blog durante los últimos meses sin encontrar algo nuevo. No hago caso del blog o de l@s lectores. Sospecho que la explicación sea en parte, que mientras que abordo el blog inglés del punto de vista de "¿Qué quiero escribir?, hacia este blog me pregunto siempre ¿Qué podría escribir, que es algo distinto.
¡Basta de los achaques!
Actualmente estoy experimentando por la primera vez las elecciones a los ayuntamientos. Lo encuentro fascinante por las tantas diferencias del sistema británico. En el Reino Unido cada pueblo se divide en distritos electorales, y cada distrito envia su propio/a consejero/a al ayuntamiento. Pues, el día de votar van los electores al colegio electoral de su distrito para indicar con un X, el candidato que apoyen. La gran mayoría de los candidatos son socios de uno de los partidos, y el partido que envie el número de consejeros más grande al ayuntamiento asume el mando.
Viendo que cada candidato tiene que luchar dentro de un distrito específico, los gastos de la campaña son difundidos ligeramente por todo el pueblo, sin la oportunidad de ofrecer a los electores ni un refresco ni una tapa. En cualquier caso, ofrecer aún un soborno tan pequeño en busca de votos sería ilegal.
Por fin, la publicidad partidaria es muy modesta. Por contraste, el Partido Andalucista, inquilino actual del sede de gobierno ayuntamiental aquí, me ha entregado no un folleto sino un verdadero libro haciendo patente sus obras de los últimos dieciseis años.
A por ellos, grita PSOE, han arruinado el pueblo. Viene domingo, ¡vamos a ver!