miércoles, 21 de febrero de 2018

Un Reino Desunido

Después de siete meses de vivir una vez más en mi país natal puedo compartir unos pensamientos sobre su condición actual. Lo primero es la diferencia enorme entre el país del que salí y el de hoy. Y no es una diferencia buena; el voto en favor (por un margen fino de oblea) de abandonar la UE sigue siendo lo que dirige todas las actividades del Gobierno, y que sigue fomentando hostilidad entre los ciudadanos. Mientras tanto se desconocen otras problemas urgentes; problemas afectando el servicio nacional de salud (NHS),  la falta de fondos adecuados para los servicios públicos- la policia, la educación, la cuida de los ancianos, los pequeños, los con discapacidades y los sin hogares. Para la mitad de la población el camino hacia Utopía va por Brexit - el dinero ahorrado por no pagar impuestos a Bruselas será más que suficiente a solucionar todas estas problemas. Por otra mano dicen la mitad que prefería continuar como miembro de la UE que los gastos de abandonar la UE son demasiados y nos costará caro. En este polémico es interesante observar que es enorme y venenosa la agresividad de los Brexiteers. Así se dividen los ciudadanos.
Es una división compleja sin embargo. Por un lado es una división geográfica; Escocía y Irlanda del Norte votaron enfáticamente por quedarse pero Inglaterra y Galés votaron con énfasis igual por abandonar. Pero aún había  divisiones en Inglaterra. Las clases medias, los licenciados y los profesionales no querían abandonar la UE. El apoyo de Brexit se encuentra más entre los pocos calificados, los mal pagados y los ancianos. Son los que más han sido convencidos por los argumentos de los lideres del movimiento Brexit; que su inseguridad económica viene directamente de Bruselas y de los migrantes que lleguen de la UE ( y no es consecuencia de la avaricia de los ricos Británicos).
Podría escribir mucho más pero basta este por ahora.