La última vez escribí de la armonía que se encuentra entre los vecinos y los inmigrantes aquí en el pueblo. Claro que no haya ningún lugar perfecto, y Frigiliana no representa una excepción. Tristemente, hay británicos que se enorgullecen de no poder hablar español; que prefieren quedarse entre sus compatriotas; y que no intervienen en la vida diaria de sus hospederos. Igualmente, hay aguanosos a los que ne les gustan a los guiris. Sin embargo, la mayoría viven acordadamente.
Pero me pregunto, ¿Para cuánto tiempo? Los adultos jovenes no han experimentado un tal cambio de norma de vida como lo que experimentaban sus padres y sus abuelos. Ellos han disfrutado desde niño de una vida cómoda y agradable. Sí, reconecen la importancia económica del turismo. Provee sus empleos; empleos que no exigen que salgan de su pueblo nátivo. Pero, ¿ qué opinen de que un cuarto de la población vino del extranjero? Y,¿qué piensan de que el dinero extranjero ha cuasado una inflación inmobiliaria que en muchos casos, les imposibilita comprar donde vivir en su propio pueblo?
Sospecho, más bien temo, que en el futuro haya posibildad de conflicto entre el pueblo de Frigiliana y los extranjeros ante los que hagan anfitriones.
Hace dos años más o menos que escribo un blog en inglés, mi lengua materna en lo que describo mi vida como jubilado residente en España. Desde ahora intentaré escribir este segundo blog con el propósito de introduciros a ciertas aspectos de la vida de mi país natal. A mis lectores pido que utilicen la sección de 'observaciones'no solo para críticar los contenidos, sino también para corregir mis errores inevitables. En previsión, gracias.
domingo, 26 de septiembre de 2010
lunes, 20 de septiembre de 2010
Presente y pasado
Mi pueblo adoptado goza de aproximadamente cuatro mil personas, entre ellas unos 25% extranjeras, la mayoría de orígen británico. Representa un cambio enorme que ha tenido lugar durante los útlimos veinticinco años. A principios de los 80, la población alacanzó a solamente 2.000 personas, casi todas naturales del pueblo. En aquellos días, habían solamente cuatro o cinco parejas extranjeras que vivían aquí, y quizás media docena más que tenían donde pasar tiempos de vacaciones.
Poco a poco se difundía por el extranjero el mensaje de que Frigiliana era un lugar especial, mágico, y como consecuencia empezó la migración hacía el pueblo, inicialmente, un reguero, entonces un chorillo y últimamente un diluvio.
Y ¿cómo reaccionaban los aguanosos (apodo de los vecinos de Frigiliana) a este cambio? Por lo mayor parte, bién. Habían sobrevivido los apuros de los años 40 y 50, pero todavía experimentaron una vida bastante dura. Cada familia tenía su terreno (y probablemente su mulo también) que cultivaban los hombres además de trabajar como obrero en pueblo costero de al lado. Sus casas eran antiguas, pequeñas, mojadas, frías en el invierno. La llegada de los extranjeros del norte de Europa, como turistas llegaba también a la zona, dinero y puestos de empleo como camareros, trabajadores hoteleros, taxistas, etc.
La cifra de turistas seguía creciendo y así nacieron las constructoras y aun más empleos. La economía de la Axarquía, como la de todas las zonas costera de España, empezó a crecer exponencialmente. Luego llegaron los primeros ‘inmigrantes’, sus maletas pandeando con dinero para conseguir una casa pintoresca - no importaba que este de baja calidad; había dinero adecuado para hacer las reformas requeridas - de los naturales de los pueblos campestres. El dinero extranjero ya les ofrecía la oportunidad de invertir en una casa moderna o un piso moderno, recien construidos y disfrutar allí de un nivel económico más elevado.
Poco a poco se difundía por el extranjero el mensaje de que Frigiliana era un lugar especial, mágico, y como consecuencia empezó la migración hacía el pueblo, inicialmente, un reguero, entonces un chorillo y últimamente un diluvio.
Y ¿cómo reaccionaban los aguanosos (apodo de los vecinos de Frigiliana) a este cambio? Por lo mayor parte, bién. Habían sobrevivido los apuros de los años 40 y 50, pero todavía experimentaron una vida bastante dura. Cada familia tenía su terreno (y probablemente su mulo también) que cultivaban los hombres además de trabajar como obrero en pueblo costero de al lado. Sus casas eran antiguas, pequeñas, mojadas, frías en el invierno. La llegada de los extranjeros del norte de Europa, como turistas llegaba también a la zona, dinero y puestos de empleo como camareros, trabajadores hoteleros, taxistas, etc.
La cifra de turistas seguía creciendo y así nacieron las constructoras y aun más empleos. La economía de la Axarquía, como la de todas las zonas costera de España, empezó a crecer exponencialmente. Luego llegaron los primeros ‘inmigrantes’, sus maletas pandeando con dinero para conseguir una casa pintoresca - no importaba que este de baja calidad; había dinero adecuado para hacer las reformas requeridas - de los naturales de los pueblos campestres. El dinero extranjero ya les ofrecía la oportunidad de invertir en una casa moderna o un piso moderno, recien construidos y disfrutar allí de un nivel económico más elevado.
miércoles, 15 de septiembre de 2010
Introducción
Bienvenidos a todos. Hace 27 años veo por primera vez el pueblo que ahora cuento como hogar. Era un hallazgo agradable encontrado por casualidad (en la palabra inglesa, serendipity). Unos amigos habían comprado una casa antigua en la zona más antiguo del pueblo, y habían invitado a yo y a mi familia pasar una semana con ellos.
Me encantaba del primer momento este pueblo de estirpe morisca. Regresaba cada vez que podía y se profundizaba el amor hasta el punto en que decidí que un día me mudara permanentemente a Frigiliana.
Se realizó mi sueño en la primavera del año 2008 y ahora vivo en un piso cómodo con vistas sobre el pueblo en todas direcciones - mar, lomas, montañas. Tengo mi residencia y mi padrón. Estoy contento.
Los últimos dos años me han permitido mejorar mi habla español. Por eso, desde ahora voy a intentar escribir un 'blog' español. Que me ayudes en esta tarea. Hasta pronto.
Me encantaba del primer momento este pueblo de estirpe morisca. Regresaba cada vez que podía y se profundizaba el amor hasta el punto en que decidí que un día me mudara permanentemente a Frigiliana.
Se realizó mi sueño en la primavera del año 2008 y ahora vivo en un piso cómodo con vistas sobre el pueblo en todas direcciones - mar, lomas, montañas. Tengo mi residencia y mi padrón. Estoy contento.
Los últimos dos años me han permitido mejorar mi habla español. Por eso, desde ahora voy a intentar escribir un 'blog' español. Que me ayudes en esta tarea. Hasta pronto.
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